La Comisión de los Mercados y la Competencia calcula que la electricidad vale un 83% más que en 2003 por el incremento de todos los conceptos incluidos en la parte fija de los recibos.
La factura de la electricidad se ha incrementado un 10.2 % desde 2011, hasta el primer semestre de este año.Cada hogar paga una media de 0,24 euros por Kilovatio/hora consumido frente a los 0.21 que se abonaban hace cuatro años, según la Comisión de los Mercados y la Competencia.
El regulador calcula que el recibo se ha disparado un 83% desde el año 2003 cuando se puso en marcha el proceso de liberalización del actual modelo de sistema eléctrico.Hace 12 años, por cada kilovatio se pagaban 0,13 euros, prácticamente la mitad de lo que se abona en estos momentos.
La estimación de la CNMC determina que el recibo subió un 7,4% en 2012, bajó casi un 2% en 2013 y un 0,2% en 2014, y se ha incrementado un 4,8% en los seis primeros meses de 2015.
El regulador analiza las causas por las que se han registrado estas subidas.Lo achaca fundamentalmente a los costes fijos.
En los últimos cuatro años, los peajes han pasado de representar un 40% del recibo a un 43%.Lo que realmente ha incrementado el precio ha sido el impacto de tener que amortizar el déficit de tarifa cumulado desde 2003 hasta 2013.Esta partida representa casi ahora un 15% de los peajes, frente al 6,4% de hace cuatro años.Por primera vez, en 2014 se cerrará con un superávit de entre 550 y 600 millones, lo que aliviará el bolsillo de los ciudadanos al permitir que el Gobierno apruebe una rebaja de la luz del 11% a partir de Enero..Pero hay que seguir pagando el déficit acumulado hasta este año en las próximas facturas a largo plazo.
El gasto que se lleva más dinero de la parte fija de la factura de la luz siguen siendo las subvenciones a las renovables, que suponen un 38,5% del total de los peajes.Eso sí hace cuatro años las primas a las energías limpias se llevaban un 41,5% de los costes fijos de la factura.Esta caída se fundamenta en el recorte a las primas que el Gobierno aprobó con la reforma energética de 2013, y que previamente había reducido el anterior Ejecutivo desde el año 2010.En cualquier caso, este tipo de energías cuentan con una rentabilidad razonable superior al 7% que ha provocado la presentación de demandas por parte de numerosos inversores internacionales.La CNMC calcula que el margen que se llevan las compañías ha aumentado un 30% tras la desaparición de la tarifa de último recurso (TUR).
Información recogida del diario El Correo
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